Formas de Enseñanza a los Hijos

Se han escrito sobre tres formas de educar: la espontánea, que consiste en “dejar hacer” al educando, en no intervenir, ni orientar, ni estimular. El niño o adolescente se mueve según sus propias normas de conducta. En ocasiones, detrás de esta actitud está el abando y el dimitir de las responsabilidades de educador. Otra forma es el voluntarismo, según la cual el educando se autoeduca con esfuerzos personales, fortaleciendo su fuerza de voluntad. La vision del educando no siempre es la misma que la del educador. El educando no se dirige a lo que le gusta o apetece, sino a lo que a la larga es mejor para él. Esta forma de educar es aconsejable, aunque sin caer en los excesos.